In March 2024, Mari Luz Canaquiri Murayari and Asociación de Mujeres Huaynakana Kamatahuara Kana—a Kukama women’s association for which she serves as president—won a landmark rights of nature court decision to protect the Marañón River in Peru. For the first time in the country’s history, a river was granted legal personhood—with the right to be free-flowing and free of contamination. After finding the Peruvian government in violation of the river’s inherent rights, the court ordered the government to take immediate action to prevent future oil spills into the river, mandated the creation of a basin-wide protection plan, and recognized the Kukama as stewards of the river.
Meet Mari Luz Canaquiri Murayari
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In March 2024, Mari Luz Canaquiri Murayari and Asociación de Mujeres Huaynakana Kamatahuara Kana—a Kukama women’s association for which she serves as president—won a landmark rights of nature court decision to protect the Marañón River in Peru. For the first time in the country’s history, a river was granted legal personhood—with the right to be free-flowing and free of contamination. After finding the Peruvian government in violation of the river’s inherent rights, the court ordered the government to take immediate action to prevent future oil spills into the river, mandated the creation of a basin-wide protection plan, and recognized the Kukama as stewards of the river.
En marzo del 2024, Mari Luz Canaquiri Murayari y Asociación de Mujeres Huaynakana Kamatahuara Kana—una asociación de mujeres indígenas Kukama de la cual ella es presidenta—ganaron una sentencia histórica del tribunal de derechos de la naturaleza que protege al río Marañón en Perú. Por primera vez en la historia del país, se reconoció a un río como sujeto de derechos – con el derecho a fluir y estar libre de toda contaminación. Después de declarar que el gobierno peruano había violado los derechos inherentes del río, el tribunal ordenó al gobierno tomar acción inmediata para prevenir futuros derrames de petróleo en el río, dictaminó la creación de un plan de protección de toda la cuenca y reconoció al pueblo Kukama como los guardianes del río.
Poderosa Vía Fluvial
Recorriendo más de 1000 millas, desde el glaciar del Nevado de Yapura en los Andes peruanos a través de valles y bosques para eventualmente unirse al río Ucayali dando nacimiento al río Amazonas, el río Marañón es una presencia enorme que da forma a una cuenca de 89 millones de acres.
El río Marañón y sus afluentes son vitales para las selvas tropicales del Perú y sustentan el 75% de los humedales tropicales del país. Es el hogar del delfín rosado, el lobo del río, el manatí, el caimán negro, y una variedad de 156 especies de peces. Los bosques de la cuenca del río albergan miles de especies de plantas y son el hábitat del mono choro de cola amarilla, el jaguar y el oso de anteojos, todas estas en peligro crítico de extinción.
Además de sustentar una biodiversidad de importancia mundial, el río Marañón fluye a través de tierras que contienen algunas de las mayores reservas de petróleo y gas del Perú. En la década de 1970, el gobierno peruano comenzó a otorgar concesiones para extraer en la región, lo que resultó en la construcción del enorme Oleoducto del Norperuano a lo largo del río hasta las ciudades costeras y los puertos. La nueva industria alteró significativamente el paisaje a lo largo del río—y con este cambio alteró los ecosistemas, los medios de subsistencia, y la salud de las comunidades ribereñas.
Para 2014, la región representaba el 40% de la producción de petróleo del Perú, y los efectos han sido devastadores. Desde 1997, han ocurrido más de 60 derrames de petróleo a lo largo del río Marañón, algunos de ellos catastróficos. Además de los efectos en la fauna y la subsistencia de las comunidades locales, proliferaron los problemas de salud. Un estudio de 2021 reveló niveles elevados de plomo, mercurio, arsénico y cadmio en la sangre de los miembros de la comunidad ribereña.
En 2010, el gobierno peruano anunció un plan para construir 20 proyectos hidroeléctricos a lo largo del río Marañón. A partir del 2024, se ha construido uno y se han aprobado dos proyectos adicionales.
Una Amiga del Río
Mari Luz Canaquiri Murayari, de 56 años de edad, es una mujer Kukama que se crio en Shapajilla, una comunidad ubicada en la orilla del río Marañón. El río es sagrado para el pueblo Kukama, quienes creen que sus ancestros viven en el fondo del río.
El pueblo Kukama es uno de docenas de pueblos indígenas que viven a lo largo del río Marañón, desempeñándose como guardianes del río sagrado y sus selvas tropicales. Dependen del río para su transporte, agricultura, agua y pesca. Su dieta principal consiste en la pesca de río. Por lo tanto, las comunidades ribereñas son especialmente vulnerables ante la contaminación del agua—y, por años, los lugareños han sufrido de fiebre, diarrea, erupciones cutáneas y abortos espontáneos después de los derrames de petróleo.
Después de un gran derrame de petróleo en el río en el 2000, Mari Luz representó a la comunidad junto a otros líderes y notó que había muy pocas mujeres visibles. En 2001, motivada por hacer frente a los continuos derrames de petróleo que amenazaban el río, y a la falta de oportunidades de liderazgo para las mujeres, Mari Luz fundó Asociación de Mujeres Huaynakana Kamatahuara Kana (“Mujeres Trabajadoras,” o la HKK), una asociación de mujeres Kukama que enfrenta desafíos sociales, económicos y ambientales.
Un Ecosistema en Riesgo
En 2010, cayeron casi 400 barriles de petróleo de una barcaza cerca del puerto de Saramuro, derramando miles de galones de petróleo crudo en el río Marañón. El daño ocasionado por el incidente fue catastrófico, causando la mortalidad masiva de peces al igual que provocando problemas de salud para el pueblo Kukama, quienes no tenían otra opción que consumir agua contaminada del río. A pesar de sufrir de fiebre y erupciones cutáneas después del incidente, Mari Luz intervino para presentar una denuncia formal ante las autoridades regionales—y exigió una respuesta.
Como presidenta voluntaria de la HKK, Mari Luz había estado trabajando en asuntos medio ambientales al igual que promoviendo el liderazgo femenino. Después del derrame de Saramuro, colocó a la HKK como un actor clave en asuntos del medio ambiente y asumió el papel de portavoz de la comunidad.
Cuando el gobierno peruano anunció un proyecto de dragado del río en el 2014, Mari Luz se comunicó con el Instituto de Defensa Legal—un ONG peruana—y comenzó a explorar estrategias legales para proteger el río Marañón. La HKK demandó al gobierno para que detuviera el proyecto debido a la falta de consulta con las comunidades locales. Finalmente, exitosa en detener el proyecto de draga, la experiencia educó a Mari Luz sobre el proceso de consulta ambiental—y la falta del sistema legal peruano en reconocer a los pueblos indígenas como los guardianes de los recursos naturales como el bosque y los ríos.
Para el 2020, la HKK había crecido hasta incluir a 29 comunidades Kukama, ayudando a posicionar a la asociación para actuar formalmente en defensa del río.
Casi al mismo tiempo, los casos exitosos de derechos de la naturaleza que otorgaban personalidad jurídica a los ríos en Nueva Zelanda y Colombia abrieron la puerta para que la visión de Mari Luz se hiciera realidad. En septiembre de 2021, la HKK, con el apoyo del Instituto de Defensa Legal, International Rivers y Earth Law Center, presentó una demanda en busca del reconocimiento de la personalidad jurídica del río Marañón para protegerlo de derrames de petróleo y otras formas de destrucción.
Durante el procedimiento legal, Mari Luz se convirtió en la figura pública del caso. Con la HKK, organizó reuniones comunitarias, habló en ruedas de prensa y fue una de las pocas mujeres Kukama que testificaron en los tribunales. A medida que avanzaba el caso, múltiples derrames de petróleo en los ríos Marañón y Amazonas llamaron más la atención sobre a la problemática. En respuesta a los derrames, la HKK encabezó manifestaciones en Iquitos, la capital provincial, logrando captar la atención de los medios de comunicación y aumentando la presión sobre el gobierno para que tomara medidas frente a la contaminación en curso.
En marzo del 2024, después de más de dos años de litigio, la corte federal falló a favor del pueblo Kukama y el río Marañón. La decisión histórica reconoció el valor intrínseco del río y su derecho inherente a estar libre de contaminación ambiental y seguir fluyendo libremente. Este fue el primer río al que se le otorgaron derechos legales en el Perú. El tribunal determinó que el gobierno peruano—y su empresa petrolera estatal, Petroperú—había violado esos derechos, y ordenó a las autoridades que abordaran de inmediato los derrames de petróleo y crearan un plan de protección para el río y sus afluentes. La decisión proporciona un nivel sin precedentes de protección legal para el río y permite a los Kukama y otros grupos indígenas ser partes interesadas activas en la conservación del río.
La victoria de la HKK representa un cambio potencial en la protección no solo del Marañón, sino de todos los ríos y ecosistemas del Perú. Desde entonces, otras comunidades indígenas han presentado casos similares para proteger otros ríos en todo el Perú. Fuera de Perú, el caso atrajo una atención importante de los medios de comunicación y genera impulso para el movimiento por los derechos de la naturaleza en toda América Latina. Hoy, Mari Luz y la HKK apoyan la creación de un plan de protección del río.
Video: Imágenes adicionales cortesía de Quisca/Radio Ucamara
How You Can Help
Join Mari Luz and Huaynakana Kamatahuara Kana as they continue to advocate for the protection of the Marañón River:
- Learn more about the Kukama cosmovision by watching the documentary Karuara
- Support organizations protecting rivers in Peru and globally, including:
From the Goldman Blog
April 21, 2025